Para cualquier ser humano no es fácil perdonar, requiere de algunas decisiones difíciles. Nuestro ego puede estar herido, nuestros sentimientos, o alguien nos ha hecho daño de una manera importante.
Se necesita de un esfuerzo abrumador. Entonces, ¿por qué es una necesidad crucial tratar de perdonarse los unos a los otros?
Para ilustrar mi punto, tomaré prestada una breve historia otorgada por el cardenal Jean Pierre Kutwà, arzobispo de Abidjan en Costa de Marfil, África Occidental.
“Un tren se detuvo en la estación”, él dijo, “una señora se subió al tren, también vinieron unos adolescentes que empezaron a empujarla de una manera muy insolente.
Todas las personas se sorprendieron por el comportamiento tan irrespetuoso, pero la dama no pronunció palabra alguna. Se quedó callada mientras los adolescentes seguían haciendo ruido. Un caballero intentó interponerse. Ella le dijo, «no importa porque bajaré pronto» «.
Intentemos con todas nuestras fuerzas ser indulgentes como esta dama porque también nosotros bajaremos pronto; el tren de la vida es corto. ¿Cuánto tiempo viviré? Incluso si viviera cien años, eso todavía es poco.
No es digno de perder nuestro tiempo en peleas innecesarias, ya que no sabemos el día, la hora y el lugar que nos tocará dejar este mundo. Es sorprendente, especialmente durante esta pandemia del Covid-19 donde, de la manera más inesperada se han perdido tantas vidas. Esto no significa que no debamos alzar nuestra voz cuando algo malo está pasando, pero primero tenemos que reflexionar sobre nuestro comportamiento.